Santiago 5: El origen de la tentación

LECTURA BIBLICA: Santiago 1:13-18  

INTRODUCCIÓN:
Hay ocasiones en las que sentimos profundos deseos por tener o hacer cosas. Muchas veces vemos algo y sabemos que es malo, que no deberíamos tenerlo ni hacerlo, pero dentro de nosotros hay un deseo tan fuerte que apenas podemos contenerlo. Por ejemplo podemos desear: alcohol, cigarrillos, posesiones, sexo inmoral, fama, dinero, pornografía, etc. La tentación es el deseo por cosas incorrectas, cosas que Dios prohíbe en su Palabra y que dañan nuestro espíritu, nuestra mente y nuestro cuerpo. Por lo tanto cuando somos tentados o sentimos el deseo por cosas dañinas, por eso debemos alejarnos de la tentación.

¿Por qué sentimos el deseo por esas cosas dañinas? ¿Qué nos provoca ese deseo?

Conozcamos el origen de la tentación para que podamos vencer las tentaciones de la vida:

1.    La tentación no se origina en Dios

Santiago 1:13 “Cuando alguno es tentado,  no diga que es tentado de parte de Dios;  porque Dios no puede ser tentado por el mal,  ni él tienta a nadie;”
El hombre siempre culpa a otros por tentarlo y hacerlo pecar.
-  Cuando Adán y Eva pecaron, Dios le preguntó a Adán que había sucedido. Adán hizo lo que todos tendemos a hacer, culpar a otros. Y como no había nadie más, culpó a Eva, después Eva culpó a la serpiente. Ninguno quiso asumir la responsabilidad de su pecado (Génesis 3:12-13)

           
   Cuando negamos nuestra responsabilidad, lo que realmente estamos haciendo es culpar a Dios por permitir que aquella tentación haya sucedido. Santiago establece claramente dos cosas:

a.    Dios no puede ser tentado por el mal.

 La santidad de Dios no le permite estar cerca del mal ni ser tentado por el mal.

b.    Dios no tienta a nadie.

 Dios ama, cuida y trata de salvar al hombre. El deseo de Dios es bendecir al    
 hombre y no dañarlo por medio de la tentación. (1ª Corintios 10:13)

2.    La tentación se origina en los deseos del hombre

Santiago 1:13-14 “14  sino que cada uno es tentado,  cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15  Entonces la concupiscencia,  después que ha concebido,  da a luz el pecado;  y el pecado,  siendo consumado,  da a luz la muerte.
-  Estos versículos claramente enseñan que la responsabilidad frente a la tentación es  
   completamente del hombre.
-  También nos enseñan siguientes tres pasos en la tentación y el pecado

a.  La atracción de los deseos: Todo comienza con el deseo por lo prohibido del mundo y la carne

b.  El nacimiento del pecado: Cuando centramos nuestra mente en lo prohibido

c.  El resultado de muerte: El pecado trae muerte espiritual y física.

3.    La tentación es contraria a la naturaleza de Dios

Santiago 1:17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto,  del Padre de las luces,  en el cual no hay mudanza,  ni sombra de variación.”
Note dos verdades sobre Dios y porque la tentación no proviene de él:

a.  Dios es bueno y perfecto: Dios solo nos da lo bueno y puro.

b.  Dios es el Padre de la luces y es invariable: Dios no nos dejará en la oscuridad del pecado.

CONCLUSIÓN

Como hijos de Dios debemos estar firmes para no ceder a la tentación, sabiendo que la
tentación no proviene de Dios y que se origina por nuestros malos deseos. Si Usted está atrapado por la tentación, pídale hoy a Dios que le salve y que traiga a su vida luz y bendición. Amén.